De la disciplina en la crianza

Quiero compartir algunas ideas (no están en orden de importancia) que fui recogiendo de aquí y de allá a través de los años y que me han ayudado en la crianza de mis hijos (ahora ya adultos jóvenes):

1.Corrección sin relación produce rebelión. Cuando nuestra relación con nuestros hijos no ha sido cultivada, el ejercer disciplina solo provocará que su corazón se vuelva hacia la rebelión. Lo triste es que esa rebelión puede convertirse con el tiempo no solo contra sus padres sino contra Dios mismo.

2. Siempre hay que ver el corazón antes que el hecho de la desobediencia. Hay ocasiones que la desobediencia es por falta de atención y/o no haber entendido la orden o por cansancio o por flojera o aún por estar enfermo o sin ánimo. La disciplina correctiva será diferente en cada caso. Si la desobediencia se da con una actitud rebelde es imperativo ejercer disciplina. Si permitimos que un niño nos desobedezca estamos allanando el camino para que más adelante ese joven o adulto desobedezca a Dios.

3. Durante la crianza les repetimos esta frase a nuestros hijos: “obedecer te conviene”. Según los principios bíblicos la obediencia trae recompensas a corto y largo plazo. “—Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.” Lucas 11:28 NVI Aunque habrá que hacer un balance porque la Palabra de Dios también dice: “Siervos inútiles somos, pues lo que debimos hacer, hicimos” Lc 17:10

4. Si tienes que gritar o decir que tú eres la autoridad, probablemente es porque ya has perdido el respeto de tus hijos y tu autoridad.  ¡Uff, esta fue difícil de escuchar en su momento!

5. Algo que hicimos mucho desde que eran pequeños y que nos evitó escenas de berrinches fue que si decíamos que no a algo y continuaban con necedad pidiendo, eso hacía seguro que no obtuvieran lo que querían. Por supuesto que podían apelar pero con argumentos razonados del porqué *necesitaban* o querían tal cosa. No siempre hay buenos argumentos sino la actitud es lo importante aquí y de eso depende la decisión. 

6. No ejercer disciplina física ni tampoco decidir consecuencias si uno está enojado. Si llegamos al punto del enojo es porque ya vamos tarde con la corrección. La disciplina es para corregir el corazón, para hacerles ver su pecado y que puedan arrepentirse y en su caso, restituir. Si hay un arrepentimiento GENUINO pueden disminuirse las consecuencias o en algunos casos hasta quitarse. Ejercer misericordia y gracia, como nuestro Papá Celestial lo hace con nosotros. Como alguien resumió: “Ley para el soberbio; gracia para el humilde” 

7. Al definir una consecuencia específica, cumplirla aunque sea difícil hacerlo, ser consistentes, firmes y persistentes ¡otra que cuesta mucho!

8. Nunca permitir que un niño manipule a sus padres o los haga caer en desacuerdos. Incluso cuando uno esté en desacuerdo con el otro, respaldar la decisión. Eso les mostrará la unidad que tienen sus padres y el respeto mutuo.

9. El libro Cómo Criar a los Varones de James Dobson, abrió mucho mi panorama como mamá de un varón. Hay un momento crucial en el que es papá quien debe disciplinar y mamá hacerse a un lado. (También hay el libro para las hijas). Por supuesto que cuando no hay varón en autoridad en casa, Dios da gracia a mamá o provee de alguna figura masculina (tío, abuelo, la Iglesia, etc)

10. El mejor ejemplo de obediencia, disciplina y servicio somos los papás. 

11. Dios nos ha encomendado la tarea de la crianza pero no nos ha dejado solos, su gracia es suficiente. En mi caso me ha llevado a reconocer que no puedo todo, no sé todo, que me equivoco y peco y que lo que me queda es correr a Él para pedir su ayuda. 

12. Recordar que mi hijo es mi prójimo, es una persona y debo tratarlo como la Biblia enseña: “Amarás  a tu prójimo como a ti mismo” Me hace pensar en que si mi hijo fuera mi yo pequeño o un vecino o un hermano de la Iglesia o amigo ¿lo trataría, le hablaría, como trato a mi hijo? Y entonces también aplican versículos como: “Nada hagáis por contienda o vanagloria” (si lo que me motiva es que me hagan quedar bien delante de otros) Fil. 2:3-4; “la blanda respuesta quita la ira” Pr. 15:1 (cuando quiero corregirlos con dureza); “en cuanto lo hicieron a estos hermanos míos; a mí lo hicisteis” Mt. 25:40 (cuando siento que me son una carga); etc, etc

OJO 👀 Cuando hablo de disciplina no me refiero a solo la disciplina física, que tiene su lugar, sino a ese entrenamiento que hay que practicar día con día. 

Muchas veces fallé y sigo fallando en aplicar estos principios pero tenerlos presentes me ha ayudado. ¡Que Dios nos ayude y guíe! 

Lecturas sugeridas:

  • Atrévete a disciplinar, James Dobson
  • Una familia conforme al corazón de Dios, Jairo Carbajal
  • Hablemos con franqueza; James Dobson
  • Cómo pastorear el corazón de su hijo, Tedd Tripp
  • ¡Señor, que mis hijos te amen!, Rey F. Matos
  • Límites para nuestros hijos, Henry Cloud y John Townsend
  • Patrimonio Espiritual: Criemos hijos que amen a Dios, Voddie Baucham
  • Cómo criar a un niño de voluntad firme, James Dobson

Sitios sugeridos:

Enfoquealafamilia.com

Crianzareverente.com

Bajo su gracia,

Lily

No Responses

Write a response