¿Ricos o pobres?

Estaba meditando en la historia del hombre rico (Marcos 10:17-31). Este hombre se acercó corriendo a Jesús para preguntarle qué debía hacer para obtener la vida eterna. Jesús hizo una doble declaración: estableció que solo Dios es bueno y que nuestro deber es cumplir los mandamientos. Imagino al joven haciendo memoria de su vida y después parándose muy erguido y diciendo, –quizás tratando de impresionar a Jesús y a los que estaban por ahí– : «Todos los he guardado desde mi juventud» Evidentemente este joven estaba utilizando un estándar humano y no el estándar divino.

Me gustaría regresar un poco y revisar los mandamientos que Jesús mencionó y que el joven dijo haber guardado:

  1. «No cometas asesinato». ¿Cuál fue el estándar de Jesús en este punto? Está en Mateo 5:22 “Pero yo digo: aun si te enojas con alguien, ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno.”
  2. «No cometas adulterio» ¿Qué dijo Jesús sobre esto? “Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.” Mateo 4:28
  3. «No robes» ¿Quién nunca ha tomado algo que no le pertenece? Quizás unas monedas de la cartera de mamá, comprado películas o CD’s «piratas», o tomado un lápiz de la oficina o una uva del estante en el súper o utilizado tiempo para algo personal dentro del horario de trabajo, o tomado el tiempo de un amigo solo para hablar de cosas sin importancia…
  4. «No mientas» Hace unos días tuvimos la visita de una querida familia con su pequeña de 4 años. Su papá en algún momento de la velada le pidió algo y se cercioró que la pequeña hubiera entendido la orden. Después de unos 10 minutos la niña regresó con su papá y este le preguntó si había obedecido; la respuesta de la niña fue: «Es que se me olvidó». Sus papás quedaron asombrados y después nos comentaron que esa era la primera vez que habían visto a su pequeña mentir tan flagrantemente. ¡Solo 4 años!
  5. «Honra a tu padre y a tu madre» ¿Qué significa honrar? Venerar, respetar, apreciar y valorar. Me gusta la definición de mi esposo: «Dar honor a alguien sin importar que se lo merezca o no». Esto incluye: escuchar atentamente, prestar atención, obedecer y hacerlo con la actitud correcta, tener deferencia, someterse.

Al revisar cada uno de los puntos de esta lista y analizarlos en mi propia vida, al final de cada uno suena una chicharra en mi cabeza y aparece ante mis ojos una «x» roja gigante encendida. Es como si alguien me pidiera que hiciera un triple salto mortal, sin matarme por supuesto, y sin el menor titubeo. ¡Imposible!

Como respuesta, Jesús le dice: «Solo una cosa te falta, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme.» Esto entristeció mucho al joven pues era muy rico y hacer eso le resultaba sumamente difícil. Así que mejor se fue. Al ver partir al joven, Jesús dijo a sus discípulos que era muy difícil para un rico entrar al reino de los cielos. Lo dice dos veces.

Esta declaración me trae a la memoria una de las bienaventuranzas que Jesús menciona en el Sermón del monte en Mateo 5:3: «Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él, porque el reino del cielo les pertenece.” Así que creo que Jesús se refería no solo a las riquezas materiales sino a lo que pensamos que es nuestra justicia propia.

Y sí, yo también formularía la pregunta que tenían sus discípulos: «¿Y quién podrá ser salvo?» ¡¡NADIE!! ¡Ese es el punto al que Jesús quería llevar al joven, y a nosotros también!

Pero hay esperanza. Jesús declara: «Para los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible». ¡Ustedes no pueden alcanzarlo, es imposible, pero yo sí puedo darles la salvación, la vida eterna! Les amo como amo a ese joven rico.

Justo después de este suceso, Jesús les dice a sus discípulos lo que había de padecer y cómo iba a morir pero también que resucitaría. En pocas palabras, les estaba hablando de ese sacrificio sustitutivo para que pudieran tener la vida eterna.

¡Qué maravilloso! Jesús nos lleva al punto de decir «yo no puedo» pero también nos dice: «te amo y ya lo hice por ti»

Bajo Su gracia

Lily

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