Dos ideas para tiempos difíciles

En estos tiempos difíciles para nuestro país es común ser bombardeados por noticias desagradables y que producen temor. Es importante revisar y pensar en lo que debe ocupar nuestra mente como dice Fil 4:8: “Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” NTV

Algo que me ha servido cuando lo único que veo a mi alrededor es desesperanza, es cambiar eso que veo o escucho por la verdad. La única verdad es Cristo y lo que dice su Palabra. Así que les invito a que cuando sientan desánimo por lo que está sucediendo recuerden y compartan con otros las promesas que Dios les ha dado y que son la verdad. Satanás se especializa en atacar nuestra mente pero como dice Ef. 6: «pongámonos el casco de la salvación», recordemos la esperanza que tenemos.

Jesús prometió que en este mundo tendríamos aflicción pero que confiáramos porque Él ha vencido al mundo. «Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” Jn 16:33‬ Y prometió que estaría con nosotros hasta el fin del mundo: «Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos” Mt. 28:20‬ Sólo tenemos que confiar, pero ¿confiar en qué? En eso que Él nos ha prometido, en lo que Él es y lo que Él hace.

Reemplacemos nuestros pensamientos con la verdad!! Bombardeemos nuestras mentes con ella! Renovemos nuestro entendimiento! Ro. 12:2 Me encanta este verso en NTV: «No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.

Y por otro lado, cuando estemos con paz: ¡a la batalla! Humillémonos, oremos, intercedamos por nuestro país. «Puede ser que a veces yo cierre los cielos para que no llueva o mande langostas para que devoren las cosechas o envíe plagas entre ustedes; pero si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su conducta perversa, yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra. Mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a cada oración que se eleve en este lugar. Pues he elegido este templo y lo he apartado para que sea santo, un lugar donde mi nombre será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy preciado a mi corazón.” 2 Cro. 7:14-16

Bajo su gracia,

Lily

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